Las ondas de radio a 2,4 GHz
Bluetooth opera en la banda industrial, científica y médica (ISM) de 2,4 GHz, una porción del espectro compartida por Wi-Fi, Zigbee, hornos microondas, monitores de bebés e innumerables dispositivos patentados. En este concurrido entorno, Bluetooth divide su espectro en cuarenta canales de 2 MHz de ancho. Solo tres de ellos (37, 38 y 39) están reservados para paquetes publicitarios, las breves ráfagas que permiten a las balizas anunciar su presencia. Mantener estos tres canales separados no es un descuido del protocolo, sino una estrategia de supervivencia deliberada.
Prevención de colisiones en una banda congestionada
Imagine cuarenta carriles estrechos que se fusionan en una sola autopista. Si todos los vehículos eligieran el mismo carril, los choques serían inevitables. Los canales publicitarios de Bluetooth actúan como rampas de acceso escalonadas. Los canales 37 (2402 MHz), 38 (2426 MHz) y 39 (2480 MHz) se ubican en la parte inferior, media y superior de la banda. Esta separación maximiza la distancia espectral, reduciendo la probabilidad de que dos anunciantes interfieran en las transmisiones del otro. Una cafetería llena de teléfonos, tabletas y auriculares inalámbricos permite escuchar una señal en el canal 37, mientras que otra en el 38 o 39 permanece despejada.
Mitigación de la superposición de Wi-Fi
Los canales Wi-Fi 1, 6 y 11 tienen un ancho de banda de 20 MHz y se ubican prácticamente donde aparecen los paquetes publicitarios de Bluetooth. El canal 1 se superpone con el 37, el canal 6 se extiende por la banda media y el canal 11 invade el 39. Al separar considerablemente los tres canales publicitarios, Bluetooth garantiza que, incluso si el tráfico Wi-Fi satura una región, las otras dos permanezcan utilizables. Un monitor de actividad física que transmite en 2426 MHz (canal 38) puede alcanzar un teléfono incluso cuando una computadora portátil cercana está transmitiendo Netflix en el canal 6 de Wi-Fi.
Resiliencia al Salto de Frecuencia
Las conexiones Bluetooth clásicas utilizan salto de frecuencia adaptativo (AFH) en setenta y nueve canales de 1 MHz, pero los anunciantes no saltan; permanecen en su lugar. Los canales fijos, pero muy separados, ofrecen a los anunciantes una gran posibilidad de ser escuchados a pesar del tráfico con saltos a su alrededor. Si se producen picos de interferencia en 2402 MHz, el oyente puede captar la señal en 2426 MHz o 2480 MHz sin esperar al siguiente ciclo de salto. Esta redundancia está integrada en el protocolo, no se deja al azar.
Restricciones Regulatorias y de Potencia
Los organismos reguladores imponen límites estrictos a la potencia de transmisión y al ciclo de trabajo en la banda de 2,4 GHz. Al espaciar los canales publicitarios, Bluetooth cumple con la normativa y minimiza el consumo de energía. Una baliza solo necesita transmitir tres paquetes cortos en tres canales separados en lugar de barrer toda la banda, lo que ahorra batería y se mantiene dentro de los límites legales de emisión.
Consecuencias reales de un espaciado incorrecto
Los primeros diseños de balizas propietarias que utilizaban canales adyacentes (por ejemplo, 2402 MHz, 2404 MHz y 2406 MHz) detectaron rápidamente problemas de coexistencia. En despliegues densos, las tasas de colisión se dispararon, causando detecciones fallidas y una medición errática de la distancia. La reingeniería de esos sistemas para adoptar el espaciado oficial de 37-38-39 restauró la fiabilidad de la noche a la mañana. La lección fue clara: el margen espectral no es opcional.
Preparación para el futuro frente a nuevas amenazas
A medida que la banda ISM se satura cada vez más con sensores IoT, redes Thread y las próximas extensiones de Wi-Fi 6E, el espaciado fijo de los canales de publicidad Bluetooth ofrece un punto de anclaje estable. Los ingenieros pueden diseñar nuevas funciones (extensiones de redes en malla, paquetes de radiogoniometría o audio de bajo consumo) con la confianza de que la capa básica de publicidad se mantendrá audible incluso en horas punta.
Conclusión
La separación deliberada de los canales de publicidad Bluetooth es un ejemplo clásico de previsión en ingeniería. Al colocar tres balizas muy separadas en una jungla ruidosa de ondas de radio, el protocolo ofrece resiliencia, coexistencia y duración de batería de una sola vez. La próxima vez que vea una baliza emitiendo un pitido en 2402 MHz, recuerde: sus compañeras en 2426 MHz y 2480 MHz no son vecinos arbitrarios, sino guardianes estratégicos que garantizan que su dispositivo siempre encuentre su voz en medio de la cacofonía.
